La lucha contra el cambio climático es algo que, cada vez en mayor medida, tanto personas como empresas, tenemos muy presente. Prueba de ello son los tan conocidos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 pero, ¿sabes que existe otra meta global también relacionada con esta lucha?
Cada vez más países se han marcado como objetivo el año 2050 para lograr la descarbonización del planeta, lo que, de forma muy simplificada, se traduce como eliminar paulatinamente las emisiones de CO2 fruto de la utilización de combustibles fósiles. Para ello, salen a la luz conceptos como la generación de hidrógeno, electrólisis o hidrógeno verde. Deja que te cuente más sobre esta nueva tendencia de energía limpia.

¿Qué es el Hidrógeno Verde?
El hidrógeno verde adquiere este nombre no por tener este color, sino por la forma en la que es obtenido, ya que se obtiene gracias a la electrólisis, un proceso químico que utiliza la corriente eléctrica para separar las moléculas de agua (H2O) en hidrógeno y oxígeno; este proceso no libera por sí mismo CO2, y si la energía eléctrica necesaria se obtiene a partir de fuentes renovables, estaríamos ante una nueva forma de conseguir un combustible eficaz sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera, es decir, con una huella de carbono cero.

¿Cómo afecta el hidrógeno verde al planeta?
Hasta ahora el H2 se ha venido empleando para numerosas aplicaciones en la industria, utilizando la energía eléctrica necesaria a partir de las fuentes disponibles en cada momento. El cambio de paradigma ahora es emplear adicionalmente el H2 como combustible con huella de carbono cero, según hemos comentado antes.
Si, además, se reaprovechan los excedentes horarios de energía en el sistema eléctrico inherentes a la generación renovable en la obtención de este combustible verde, se nos plantea un nuevo futuro en el que minimizaremos de manera decisiva el impacto ambiental de gran parte de la actividad humana. Esto debe ayudarnos a luchar contra una situación climática cada vez más compleja y difícil, teniendo en cuenta además las previsiones de aumento de la demanda energética a nivel global.
¿Para qué sirve el hidrógeno verde?
Algunas de las posibilidades de aplicación son las siguientes:
- Transporte: el hidrógeno verde puede ser un sustituto de la gasolina y diésel para aquellos vehículos eléctricos que funcionen con pila de combustible, lo que se podría llegar a aplicar para coches, aviones o barcos.
- Generador de energía: el hidrógeno verde puede ser utilizado para la generación de energía de diferentes tipos, como puede ser en centrales eléctricas a partir de energías renovables o, utilizándolo como combustible, para calefacción o refrigeración.
- Almacenamiento energético: los tanques de hidrógeno verde pueden almacenar energías procedentes de fuentes renovables durante largos periodos de tiempo.
- Materia prima: el hidrógeno verde puede seguir siendo utilizado como material en otros procesos industriales como pueden ser la fabricación de productos químicos o la industria siderúrgica.

Ventajas y desventajas del H2
Este tipo de hidrógeno presenta muchas cualidades atractivas para la lucha contra el cambio climático y la conservación medioambiental pero a su vez trae consigo ciertos riesgos e inconvenientes. Por ello, es necesario plantear cuáles son su ventajas y desventajas principales:
Ventajas:
- Producción limpia: el hidrógeno verde se obtiene gracias a la electrólisis del agua utilizando electricidad de fuentes de energía renovables, por lo que no emite gases contaminantes en su producción.
- Versatilidad: como se ha expuesto anteriormente, el campo de actuación del hidrógeno verde es amplio y se encuentra en crecimiento, además de permitirnos reducir nuestra dependencia del los combustibles fósiles.
- Globalización: el H2 no está sujeto a la presencia de una materia prima limitante, sino que el agua se encuentra presente en todo el globo. Este va a permitirnos reducir los condicionantes de dependencia geográfica inherentes a los combustibles fósiles.
Desventajas y retos:
- Coste: uno de los principales factores limitantes de esta tendencia reside en el alto coste económico y energético de su fabricación respecto a los combustibles fósiles. Una de las líneas de trabajo más importantes actualmente está en la reducción de costes que hagan esta tecnología sostenible económicamente y no exclusiva de economías desarrolladas.
- Riesgos de seguridad: es altamente volátil e inflamable, por lo que requiere precauciones añadidas para su almacenamiento y transporte.
- Desigualdad local: a pesar de que el agua está presente en abundancia en todo el planeta, el agua para consumo humano no lo está. Este es precisamente uno de los retos del siglo. La producción masiva de H2 podría incidir aún más en este problema, siendo uno de los retos el hacer eficiente la producción de H2 a partir de agua marina.
Como resumen final, podríamos establecer que el hidrógeno verde plantea un nuevo futuro en el que las emisiones contaminantes experimenten una reducción drástica, hasta su cese completo gracias a la apuesta por el planeta y las energías renovables. En esta nueva realidad, pese a existir aún aspectos que desarrollar y retos que acometer, el hidrógeno verde se aplicará en gran parte de las industrias y sectores, permitiéndonos ser testigos de una transformación en la forma en la que nos relacionamos con nuestro planeta y pasando a cuidarle como realmente se merece.